El propietario de Bruto se quejó por las filitraciones de la pileta de Playa Grande. La lluvia empeoró esa situación y su boliche, el más rutilante de esta temporada en la ciudad, se vio afectado.
Bruto, uno de los boliches de moda durante este verano en la ciudad, se inundó por la lluvia caída y uno de sus concesionarios estalló contra otro por las faltas de obras en la pileta de Playa Grande, lo que provoca que el agua se filtre sin control.
Federico Goransky, uno de los concesionarios, escribió en su página de Facebook: “Ya pasaron 3 años de la adjudicación de las concesiones de Playa Grande, participé como empleado de mi viejo en esa oportunidad y nos costó muchísimo pero logramos ser adjudicatarios de 2 unidades. Con gran esfuerzo logré independizarme y alquilarle un sector de una de sus unidades. Cada unidad adjudicada por mi familia cumplió con los pliegos de licitación e hicimos las obras correspondientes haciendo una inversión que queda para el Municipio para toda la vida. Toda la gente que pasa por nuestros negocios nos felicita y está feliz de la inversión realizada, pero cuando pasan estas cosas me indigno”. Y, enseguida, contó: “Hace tres años que nos adjudicaron las unidades y el concesionario de la pileta se da el gusto de no hacer nada. Ahora quién se va a hacer cargo de la pérdida de los equipos de sonido e iluminación de nuestro comercio?. Quién va a venir a resolver la cantidad de agua que ingresa por nuestro techo que da a esa bendita pileta abandonada?. Me encantaría que alguien haga algo”, concluyó en su encendida queja contra la firma Red Iberoamericana (Costa Galana).